12 enero 2011

Comentarios sintácticos del 12/01/11


 Nadie se detiene a oír / tu eterna estrofa de agua.
El núcleo es “se detiene”, el sujeto “nadie” y “a oír tu estrofa de agua” sería complemento circunstancial de finalidad. Alarcos no diría que se trata de una oración traspuesta de infinitivo, puesto que éste no funciona como núcleo verbal aisladamente. En cualquier caso, “oír” es el núcleo y “tu eterna estrofa de agua” es objeto directo.

Indiferente o cobarde, / la ciudad vuelve la espalda.
Es una oración simple. “Vuelve” es núcleo, “la ciudad”, sujeto, “la espalda” objeto directo e “indiferente o cobarde” son dos complementos predicativos coordinados por “o”.

No quiere ver en tu espejo / su muralla desdentada.
Es una oración simple según la visión de Alarcos, compleja si tomamos la de infinitivo como oración. El núcleo es “quiere”, el sujeto es 3ª persona singular, “ver en tu espejo su muralla desdentada” es objeto directo. En las oraciones de infinitivo, puede entenderse también, en contra de lo que opina Alarcos, que el mismo infinitivo es el traspositor. “En tu espejo” es complemento circunstancial y “su muralla desdentada” es objeto directo.

Tú, viejo Duero, sonríes / entre tus barbas de plata / moliendo con tus romances / las cosechas mal logradas
Aunque ahora con gerundio, volvemos a ver aquí la doble posibilidad a la hora de entender las “oraciones” de formas no personales del verbo. Resulta aplicable lo dicho anteriormente con respecto al infinitivo. Por ello, según aceptemos una u otra posición, se trata de una oración simple o compleja. El núcleo es “sonríes”, el sujeto es “tú”, “viejo Duero” es vocativo, “entre tus barbas de plata” es un complemento circunstancial de modo, “moliendo con tus romances las cosechas mal logradas” lo es también. “Moliendo” es el núcleo, “con tus romances” es complemento circunstancial de instrumento y “las cosechas mal logradas” es objeto directo.

Porque veas, Sancho, el bien que en sí encierra la andante caballería, quiero que aquí a mi lado te sientes
La oración es compleja. El núcleo es “quiero”, el sujeto es la 1ª persona del singular, “que aquí a mi lado te sientes es complemento directo” y “porque veas, Sancho, el bien que en sí encierra la andante caballería” es complemento circunstancial de causa. En cuanto a la subordinada de objeto directo, traspuesta por “que”, “sientes” es núcleo, “ te” es objeto directo, “aquí” y “a mi lado” son dos complementos circunstanciales de lugar. En lo que se refiere al causal, “porque” es el traspositor, “veas” es el núcleo, el sujeto es la 2ª del singular, “Sancho” es vocativo, “el bien que en sí encierra la andante caballería” es objeto directo que contiene una oración traspuesta que funciona como complemento del nombre, “que en sí encierra la andante cababallería”. En esta oración de relativo, “que” hace la función de traspositor y de objeto directo (sustituyendo a “el bien”), “encierra” es el núcleo, “la andante caballería” es sujeto.

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