29 noviembre 2010

Ante las últimas reformas adoptadas por la RAE

El profesor Juan Antonio González Iglesias, de la Universidad de Salamanca, ha redactado el siguiente documento ante las nuevas reformas que la RAE plantea introducir en su nueva edición de la Ortografía académica:

Se solicita a la RAE que se mantenga el nombre al menos como una opción, tal como sucede ahora, entre "ye" e "i griega" (de modo similar a como la lengua puede llamarse castellano o español):

1. Porque mantiene los vínculos con los orígenes griegos del alfabeto latino. Al suprimirse el nombre "i griega" se suprime el implícito de "i latina" para la 1.

2. Se pierde el carácter simbólico literario y poético de una letra que fue todo un símbolo para los pitagóricos y a la que Aleiato dedicó un emblema y los poetas latinos algunos versos, por no hablar de muchos autores medievales y modernos, que la consideraron letra de prestigio, la última Marguerite Yourcenar, que cifró en la "i griega" todo su proyecto clásico para una literatura contemporánea.

3. Se pierde el vínculo con casi todas las demás lenguas de cultura occidentales, que la denominan Ypsilon o i griega.

Se solicita a la RAE que mantenga la grafía quorum, con o sin tilde. O necesita mucho razonamiento: no tiene sentido que un tecnicismo jurídico-político se escriba de manera vulgar, dado que las masas no lo usan. Se separa a los usuarios cultos de nuestro idioma del resto de la comunidad culta del planeta.

Más peligrosa parece la consideración que la RAE pretende hacer del latín como lengua completamente extranjera, es decir, absolutamente ajena al español. Es asunto para debatir con calma, porque es sintomático de nuestro momento pero también preocupante porque respalda las peores tendencias de la cultura y la política actuales. Por otra parte, podría ser un buen punto de partida para recuperar la imagen y la enseñanza de la lengua latina.

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