
Cuentan las crónicas del siglo pasado un extraño suceso acaecido en una pequeña aldea situada en la rancia y seca Castilla. La aldea, Puente Alto, estaba enclavada entre la provincia de Palencia y de Burgos y por su situación se mantenía congelada la mayor parte del año, excepto cuando llegaba el verano.En esta humilde y armoniosa aldea vivían Don Anselmo de setenta y ocho y su mujer Doña Agustina de veintinueve. Don Anselmo era ciego de nacimiento -o al menos eso decía él- y no se le conocía oficio alguno. Su mujer se dedicaba a coser y a ganar algo para el sustento de ambos. Antes de avanzar en la historia, ha de ser dicho que este no era un...